Desde los principios de sus historia, los chinos observaban la naturaleza y el universo. Gracias a esa observación pudieron darse cuenta de que todo estaba relacionado y de que cada suceso tenia su contrario. También notaron que esos contrarios o polos opuestos formaban al fin y al cabo, una misma unidad.
De esta observación de la naturaleza y sus ciclos, surge la idea de los opuestos complementarios, a los que llamarían Yin y Yang. Dos “fuerzas” que eran opuestas, sin hacerse una oposición total, si no que más bien era relativa, y que al fin y al cabo resultaban ser complementarias, fuerzas que se mantenían en un movimiento continuo y actuaban una sobre la otra, no pudiendo existir la una sin la otra.
En su origen se entiende el Yang como el lado donde los rayos del sol inciden sobre la montaña, en definitiva con la luz y el sol. Al Yin se le relacionaba con el lado sombreado, la sombra y la luna.
La utilidad de haber dado un nombre a estos dos conceptos, es la de asimilar las cosas o los fenómenos a uno u otro polo, de forma que los cambios sucedidos en el universo pudiesen ser comprendidos de una manera más sencilla y unificada.
– Entendiendo Yin como el lado oscuro, los chinos le atribuyeron todo aquello que era reposo, humedad, umbrío, débil, interior, lento, frío, triste, y extendieron su sentido a aquellos aspectos fisiológicos que les parecían pasivos, como la gestación y fertilidad femeninas.
– Al entender Yang como lado soleado, le atribuyeron características opuestas, como movimiento, caliente, estímulo, fuerte, rápido, alegre, calor, claro, y en la misma línea, decidieron atribuirle aspectos que pertenecían al género masculino.
Resumen
En su concepción filosófica, Yin y Yang no se entendían como algo material o un tipo de fuerza. Se entendían más bien como una herramienta, eran conceptos que resultaban de utilidad para entender como funcionaban las cosas (el frío, el calor, el día, la noche, etc.) y que relación podía haber entre ellas, además de su relación con el conjunto del Universo.
Los chinos hablan del Yin y el Yang, diciendo que algo “pertenece” a Yin o a Yang, y por pertenencia se refieren a algo que puede ser temporal y sobre todo relativo. Cuando se expresa que algo es entendido como Yin, quiere decir que debe haber otra cosa que pertenezca a Yang, y que esté forzosamente relacionado con el primero, ya que al hablar de alguno de estos dos polos solo podríamos definirlos en función de la existencia del otro.
La visión china del Universo
Los filósofos chinos entienden que un fenómeno sucede por si mismo, sin la necesidad de que algo externo tenga que intervenir, estos fenómenos ocurren por una mecánica propia, en la que interviene la relación que tiene consigo mismo y con el Universo. De este modo se llega a la visión que nos dice, que los fenómenos o conceptos se encuentran entrelazados en forma de malla, y que entre ellos no existe una jerarquía, por lo que al verse afectados lo hacen de forma simultánea e interdependiente.
Un evento individual o una cosa particular, debemos verlo como un aspecto del conjunto. Solo podrá verse de forma individual en funciona del papel que cumpla dentro de ese conjunto o de cual sea su función.
Debido a esta forma de pensamiento, el chino se ve como un todo y una parte. Su esfuerzo por entender el modo en que funciona el Universo, tiene como finalidad, integrarse y participar en el conservando la armonía y no interviniendo u oponiéndose a su funcionamiento.
Tanto en el diagnóstico como en el tratamiento este es precisamente el principio que persigue la MTC, busca armonizarse con su esencia y no actuar ante el complejo mecanismo que lo rige. Para ello es indispensable comprender la interrelación que existe entre signos y fenómenos, y la herramienta que puede ayudarnos es el conocimiento de las leyes que relacionan Yin y Yang.
Yin y Yang, los opuestos complementarios
Cada ser o cada cosa pertenece a uno de los dos aspectos, pero al mismo tiempo dentro de ellos se encuentran presentes los dos aspectos. Dentro del Yin hay Yang y dentro del Yang hay Yin.
Teniendo en cuenta que el día es Yang y la noche Yin, en el capítulo 8 del So Ouenn, se cita:
Del alba al mediodía transcurre la parte Yang, lo que sería el “Yang del Yang”, del mediodía al anochecer es también la parte Yang del día, pero corresponde al “Yin en el Yang”, y así sucesivamente hasta repetirse de nuevo el ciclo de noche y día.
A partir de este ejemplo se puede ver que dentro del Yin y del Yang, hay otros Yin y Yang. Por lo que no solo representan las cosas o fenómenos opuestos, si no que dentro de ellas existen también fenómenos de oposición y complementaridad, que podríamos dividir infinitamente.
Crecimiento y decrecimiento, evolución del Yin Yang
El Yin y el Yang en oposición, evolucionan atravesando procesos de alternancia donde se suceden fenómenos de crecimiento, decrecimiento y transformación. Cuando una persona se encuentra bien y todo es normal desde un punto de vista médico, quiere decir que durante esos procesos de alternancia el equilibrio entre las dos “fuerzas” se mantiene dentro de los parámetros adecuados, ya sea en vacío o plenitud.
Esto puede entenderse cuando hablamos del día y de la noche, de actividad y descanso. Cuando una persona está participando de actividades diurnas, lo hace en su aspecto Yang, pero al llegar la noche y acercarse el momento de dormir y descansar (Yin), se debe haber producido esa evolución o alternancia entre los dos polos. Si llegado el momento, las fuerzas están equilibradas, el descanso se llevará a cavo sin mayores problemas, pero si existe un desequilibrio y Yang se manifiesta en mayor medida, el cuerpo fisiológicamente no estaría preparado para el descanso y es cuando aparecería el insomnio.
Como establecer que existe una relación Yin/Yang
Par encontrar esa relación se deben cumplir estos cuatro puntos:
- Cuando existe una oposición entre dos fenómenos o cosas.
- Se generan mutuamente, la existencia del uno, esta ligada a la del otro.
- Hay fases de crecimiento y decrecimiento, cuando uno crece el otro disminuye.
- Hay un proceso de evolución o cambio, y en determinados momentos uno puede transformarse en el otro.
Como primer ejemplo de una relación a nivel fisiológico, que se encuentra muy presente en la MTC, se puede citar algo de lo que ya he comentado dentro del artículo sobre las teorías de la medicina china. En este caso se hablaba sobre el Qi o energía vital (Yang) y la Sangre o Xue (Yin), y de como una forma parte de la otra, siendo inseparables e interdependientes.
Aplicando la teoría Yin/Yang en la Medicina China
Según la teoría china que ya hemos repasado al principio de este artículo, el Yin y el Yang lo inundan todo, están presentes en los seres y las cosas, de la misma forma que se encuentran en el interior y exterior del cuerpo humano. Y esa es una de las razones por las que su constante presencia es utilizada para relacionar órganos, explicar funciones, hacer distinciones anatómicas, explicar patologías, hacer diagnósticos y finalmente encontrar el tratamiento adecuado.
En anatomía
En la necesidad de organizar los órganos y establecer que relación mantienen todas las partes del cuerpo, la teoría del Yin/Yang sirve para distinguirlos en función de su ubicación y sus relaciones, para ello siempre verás que las distintas partes que en principio muestran una oposición, se han clasificado en parejas: espalda-abdomen, brazos-piernas, Bazo-Estómago, etc.
Su uso en fisiología
En este caso nos servirá para establecer la pertenencia a uno u a otro polo, en lo que se refiere a las funciones de cada parte del cuerpo, un apartado que debo decir, permanece estrechamente ligado con el estudio de la anatomía.
– Las entrañas son Yang y los órganos Ying.
– Hígado-Corazón, Bazo-Pulmón y Riñones son Yin.
– Vesícula Biliar-Estómago, Intestino Grueso, Intestino Delgado-Vejiga y Triple Recalentador, son Yang.
Cabe recordar, que cada uno de estos órganos tendrá también otras partes Yin y Yang.
Para comprender la importancia de la teoría Yin/Yang en la fisiología humana, suele citarse el ejemplo de la materia nutritiva, que es necesaria para que el organismo funcione de una forma correcta. Por su parte los alimentos ingeridos, necesitan de la acción de los órganos para ser transformados en esa materia nutritiva, que a su vez dará energía a esos órganos para que sigan funcionando.
Lo que entendemos por materia (quietud) es Yin y la actividad (movimiento) necesaria para transformarla es Yang. Aquí vemos el sentido de oposición y al mismo tiempo su relación de complementariedad, ya que el Yin sin el Yang resultaría inútil y el Yang sin Yin no tendría ningún sentido, acabaría pereciendo.
En la patología
La aparición de una patología está estrechamente relacionada con el desequilibrio del Yin/Yang. El equilibrio entre su aumento o reducción siempre debe mantenerse dentro de unos parámetros y cuando estos son superados por exceso o deficiencia de alguno de los dos, la patología aparece.
Dentro de estos desequilibrios se contemplan tres escenarios:
– Plenitud (Exceso): conocido también como síndrome de Shi, ocurre cuando factores externos atacan al cuerpo, cuando las funciones del cuerpo están sobreexcitadas o cuando el flujo de las substancias se ve interrumpido y provoca su acumulación.
– Vacío (Insuficiencia): reconocido también como síndrome de Xu, está causado por encontrarse Yin o Yang por debajo de su nivel normal, pero también por la insuficiencia de Qi, sangre u otras substancias. Estos patrones van ligados a enfermedades crónicas y podrá ver como se manifiesta en el paciente, con movimientos débiles y pausados, rostro pálido, sudor espontáneo, lengua pálida, pulso leve o débil.
– Transformación: este fenómeno de transición es algo anormal y puede observarse en raras ocasiones en una clínica, ocurre cuando uno de los dos está prácticamente agotado y el otro se sale de los límites, por lo general cuando una patología está muy avanzada. Es en ese momento, puede ocurrir un cambio brusco que convierta el Yin en Yang o a la inversa.
Para razonarlo se cita el ejemplo de un paciente que sufre un episodio de fiebre alta y prolongada, con mucha sudoración (exceso de Yang). De seguir así y no producirse un reequilibrio, lo que acontecerá será una transformación de Yang en Yin, esto puede deberse a un ataque de frío (Yin) que sobrevendría al entrar en shock.
En el diagnóstico
Al reconocer a un paciente, es imprescindible saber si los signos y síntomas que manifiesta son Yin o Yang, y posteriormente si se trata de insuficiencia o exceso, sabiendo este primer dato es como se obtiene la clave para para realizar un diagnóstico correcto, que te permita establecer un tratamiento que restaure el equilibrio Yin/Yang y por consiguiente, la salud del paciente. Esto lo veremos de forma más amplia en la explicación de los Ocho Patrones principales.
En el tratamiento
En medicina china hay técnicas terapéuticas pertenecientes a Yin y a Yang, con ellas se buscara la tonificación de aquello que es insuficiente y la dispersión de lo que resulta excesivo.
En dietética y farmacopea, se actuará de la misma forma y también se deberá tener en cuenta que hay componentes que pertenecen a Yin y otros a Yang. Estos se pueden clasificar dependiendo de la dirección en la que actúan, de su naturaleza, o por su sabor:
- Los de acción descendente y hundida, son Yin
- Los de acción Ascendente y flotante, son Yang.
- Los calientes y templados, son Yang.
- Los Frescos y Fríos, Yin.
- Dulces y Picantes, Son Yang.
- Ácidos, Amargos y Salados, son Yin.
Los Ocho Patrones Principales (ba-gang)
Tras hacernos una idea de como la teoría Ying/Yang está presente y nos ayuda en cada una de las etapas por las que transita la medicina china, es oportuno citar los ocho patrones principales que se deben saber distinguir.
- Yin/Yang
- Interior/Exterior
- Insuficiencia/Exceso
- Frío/Calor
Al ver estas parejas debemos entender que se trata de una clasificación basada en la propia división del Yin y del Yang, por lo que estos dos patrones principales siempre quedarán en un primer nivel, predominando sobre los demás. Pero gracias a esta división en cuatro parejas, se obtiene una visión mucho más clara a la hora de identificar signos y síntomas, dejando cada vez más atrás lo que en un principio podía resultar demasiado abstracto y arbitrario.
Una vez se haya aprendido a distinguir los patrones, y se sepan encontrar otras posibles características propias de una determinada alteración, se estará en disposición de prescribir un tratamiento.
Bibliografía
Entre El Cielo Y La Tierra. Por Harriet Beinfield y Efrem Korngold.
A History of Chinese Philosophy, Volumen 1. Por Fung Yu-lan.
Una trama sin tejedor. Por Ted J. Kaptchuk.
Fundamentos. Guías de Estudio de Medicina China. Escrito por Zhou Xue-sheng.
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